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Me he encontrado en más de una ocasión con la situación concreta de personas que creen que nunca podrán conseguir su objetivo porque son unos desastres organizativos, pues voy a contarte un secreto…
La verdad es que aunque no lo parezca yo soy un desastre en mi vida personal, mientras que en mi vida profesional soy de marcarme hasta el último minuto de mi vida luego a la hora de comer soy mucho más desastre.
Es cierto que en ocasiones intento preparar y preveer, preparo cosas el fin de semana para el resto de la semana, preveo aquellas cosas que no quiero tener en casa para evitar comerlas, pero siempre, y digo siempre llega alguna semana en la que por no haber hecho no he ni siquiera comprado comida para esa semana.
¿Se puede comer sano sin haber previsto qué comer durante la semana?
Aquí es donde podemos pensar que realmente es imposible comer sano si no hemos pensado un menú y tenemos más o menos organizado qué comer en cada momento.
Este pensamiento viene del hecho de que si no lo has pensado vas a abrir la nevera y vas a coger lo primero que pilles para comer, porque puede que ni siquiera tengas tiempo.
Claro tienes a lo mejor media hora para cocinar y comer, no has preparado nada, abres la nevera y lo primero que haya lo enganchas lo calientas al micro y andando que es gerundio.
Aquí entra en juego de lo que hablo yo siempre, de la previsión, si en tu nevera y en tu alacena hay cosas sanas no habrá problema, si tienes recursos porque has apuntado recetas para esos momentos, cómo por ejemplo la herramienta de las tarjetas del episodio 96 entonces no tendrás problema para improvisar.
Al final a lo que me refiero es que incluso sin ningún tipo de planificación puedes conseguir tus propias herramientas para salir del paso.
Ser organizado no es para todo el mundo
Esto es así, hay gente que le resulta imposible y a otras personas no les da la gana, y es una decisión que podemos tomar, nuestra vida es nuestra vida y la vivimos como queremos.
Está claro que ser organizaditos, tener ya los tuppers preparados etc… Es una forma bastante fácil de conseguir esos objetivos que nos hemos marcado, pero esto no quiere decir que no haya otra forma de actuar.
Yo personalmente en consulta me he encontrado casos así, de personas que se niegan en rotundo a tener que planificar esas comidas o actuar de esa manera, y es respetable y lo que hacemos es buscar esas estrategias que mejor les puedan venir.
Y ¿Queréis que os diga algo? Muchas veces son más capaces de enfrentarse a situaciones complejas, porque tienen herramientas para una vida más caótica, sin embargo en las personas más ordenadas cuando por ciertas razones se encuentran esas situaciones complejas no tienen la misma capacidad de reacción. Es decir, no todo en ser más caótico es malo…
¿Qué herramientas debería trabajar una persona más caótica?
Es completamente imposible dar una pauta individualizada ya que cada persona es un mundo, eso hace que no pueda decir con estas herramientas lo tienes todo…
Pero podemos pensar algunas que sean ciertamente más comunes, para ello vamos a pensar en algunos puntos que se pueden trabajar en distintos casos.
Comen al día
En la mayor parte de ocasiones abren la nevera y en función de lo que haya deciden qué comer, o lo hacen con bastante poca antelación.
Entonces necesitamos preveer esa situación, tenemos que tener ya recetas pensadas o preparadas, ya sea a través o de tarjetas de nuestro propio libro de recetas, llegará un momento que nos saldrá solo pero al principio es la mejor opción.
Por esa misma razón tenemos que tener en cuenta que hay ciertos alimentos que deberíamos tener siempre en nuestras despensas, y podemos tener tanto conservas como congelados ya que nos durará más tiempo que otras posibles opciones.
No tiene horarios para comer
Esto para muchos sería una locura, no tener ciertos horarios para comer sino comer en función del hambre que se tiene.
Lo que está claro es que en la actualidad con los perfiles digitales y tanta gente trabajando desde su propia casa es cada vez más común esta situación, y si no la preveemos puede resultar en un desastre alimenticio en el que te pasas picando todo el día.
Y ojo, hablo desde la experiencia, actualmente y cada vez más estoy trabajando sólo desde casa, y no tengo horarios cerrados, normalmente intento planificar las comidas y cenas de la semana pero los horarios a las que las hago ocurren dependiendo de mis señales de hambre y de saciedad.
Para esta situación tenemos que entender que no podemos picotear cualquier cosa, no puedo levantarme coger unas patatas y ponérmelas al lado mientras estoy trabajando. Por lo que tener picoteo saludable en casa resulta incluso más crucial que en otras situaciones.
Al igual que decidir, qué bebemos, lo suyo sería acostumbrarse al agua, pero sino podemos tener jarras de agua en la que metemos algunas frutas como lima o limón y darle cierto sabor para intentar quitarnos esa necesidad de tomar algún otro tipo de refresco.
Comer de pie corriendo de un lado a otro
Luego tenemos esta otra situación, inviable sentarse a comer en un restaurante o en un bar, no me puedo llevar el tupper porque no sé ni dónde voy a estar ni el tiempo que voy a tener…
En estas situaciones tenemos que pensar que no es necesario que la hora de la comida sea la más fuerte, quizás lo ideal podría ser hacer una comida mucho más fuerte en el desayuno o en la cena, o incluso desayuno y cena y buscar otras posibilidades para comer durante el día.
Dependiendo de la persona podría haber cientos de estrategias válidas, desde comidas sencillas como los sandwiches saludables que hablamos la semana pasada, a picoteo sano que estar tomando a lo largo del día o incluso puede que en estas situaciones nos venga bien el ayuno intermitente, el caso es buscar nuestra mejor estrategia.
Resumen
Como ves hay muchas herramientas, estrategias y opciones dependiendo de tu caso concreto, y a nivel individual es más fácil llegar a la estrategia óptima. Pero lo que está claro que no tiene porque ser malo ser un poco más desastre o tener una vida más caótica solo tenemos que aprender a enfrentarnos a ella y podremos conseguir el objetivo que nos marquemos.
Así que nada más, muchas gracias por estar un día más al otro lado haciéndome compañía y nos vemos mañana con más y mejor. ¡Hasta luego!