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Un viernes más, y hoy vamos a hablar de un artículo de la web novuelvoaengordar.com que se titula la ralentización del metabolismo energético y la «tumba» metabólica.
Pese a que hay cosas con las que difiero de lo que se trata en dicho blog me ha parecido interesante traer este artículo, aparte de por aportar otro punto de vista por tener la oportunidad de daros mi opinión al respecto.
El artículo en cuestión trata acerca de la denominada tumba metabólica, es decir, ese momento en el cual debido a la realización de dietas hipocalóricas podemos dañar gravemente nuestro organismo.
Os comento el artículo y además doy mi opinión acerca de la teoría del balance energético, de la negación de este y de como a veces las escalas de grises son más importantes que polarizar a blanco o a negro.
Vicente says
Mi respuesta a este podcast.
http://novuelvoaengordar.com/2018/10/11/la-ralentizacion-del-metabolismo-y-la-tumba-metabolica/comment-page-1/#comment-14823
Un saludo
Vicente says
Hola Miguel,
empiezo por una pregunta que haces:
«La teoría CICO ha visto pérdidas de peso a corto plazo unos 6 meses, ¿Tan malo sería utilizar esa herramienta como método motivador para conseguir al mismo tiempo un buen trabajo en lo que respecta a cambiar hábitos más “nocivos”?»
(Entiendo que es una errata y querías decir «menos nocivos».)
No, en mi opinión no es una idea intrínsecamente «mala». Me parece razonable pensar que estará más motivado si consigue resultados a corto plazo. La clave es que el cliente sea informado de forma veraz de lo que estás intentando conseguir con esa pauta y qué resultados puede esperar a largo plazo de acuerdo con la evidencia científica, tanto si no cambia a mejores hábitos como si sí lo hace.
«En primer lugar me gustaría disculparme si a lo mejor mi expresión no fue la más acertada al referirme a tu tono»
Agradezco que seas tan amable, pero en el fondo es una acusación cierta: mi tono no es simpático hacia los dietistas-nutricionistas. Denuncio que se está tratando la obesidad con pseudociencia y uso palabras como charlatanería, estupidez o burrada. No es un tono amable, eso está claro.
«voy a intentar darte mi opinión ligeramente más resumida al respecto sin ahondar tanto, e irme leyendo poco a poco cada uno de los artículos enlazados y poder darte una respuesta más detallada y mejor planteada en forma de podcast, artículo, vídeo o simplemente en un mensaje de correo electrónico.»
Me parece perfecto. Espero entonces una respuesta más detallada para cuanto hayas hecho esa lectura en profundidad.
«Me he leído ambos y curiosamente estoy bastante de acuerdo pero opino que aunque siendo ciertos los puntos que se comentan (y teniendo en cuenta la de cosas que nos faltan por investigar y aprender acerca de las causas del aumento de peso) no implica una negación completa de la teoría CICO que aun considerándola incompleta no dejamos de hablar de modos de utilización de la energía en el organismo.»
Aclaro que ambos artículos son míos, uno publicado en mi blog, y otro publicado como artículo invitado en la web de Leónidas.
La Teoría CICO no es «incompleta»: es inválida y fraudulenta. Aunque podría haber sido correcta y útil por casualidad. Una teoría puede ser inválida por estar deducida incorrectamente, pero casualmente ser correctas o útiles sus conclusiones finales. Casualidad, en cualquier caso.
Aquí hay un problema de ambigüedad: y es que nadie define con rigor la Teoría CICO, al tiempo que se hace creer que es tal cual lo que dice una ley inviolable de la física (Primera Ley de la Termodinámica, para más señas). Por eso una de mis peticiones era que definieras con rigor y sin usar falacias qué dice esa teoría. Tu respuesta ha sido que no defiendes esa Teoría y que no eres el más adecuado para exponer qué dice. Eso nos deja en la situación de que cuando dices que es «incompleta», no se sabe muy bien de qué postulados estamos hablando.
Lo primero que hay que hacer es dejar claro que la Teoría CICO no es la Primera Ley de la Termodinámica. La Primera Ley de la Termodinámica nos diría algo así como que la energía que entra en el cuerpo acabará almacenada en el mismo, en algún formato, o será expulsada del mismo. ¿Qué utilidad tiene la Primera Ley de la Termodinámica para saber cómo adelgazar o para evitar engordar? Ninguna, obviamente. Nada se deduce de esa ley que nos ayude, del mismo modo que en nada nos ayuda en ningún otro crecimiento de un tejido, saludable o patológico.
La Teoría CICO, a diferencia de la Primera Ley de la Termodinámica, presenta formulaciones que dan explicaciones a por qué engordamos o qué podemos hacer para adelgazar. Es decir, crean una falsa sensación de utilidad mediante el uso de juegos de palabras falaces (ver). Un par de ejemplos:
Esas explicaciones que nos dicen por qué engordamos o qué podemos hacer para adelgazar SIEMPRE tienen errores/trampas en los planteamientos. SIEMPRE. Por eso cuando pido que se formule la Teoría CICO con rigor y sin falacias, sé que nadie lo va a hacer: ¡es imposible! La Teoría CICO sólo existe si se usan trampas en el lenguaje. Sin trampas, lo único que tenemos es la Primera Ley de la Termodinámica. O sea nada.
¿Es incompleta? No, es un fraude.
La Teoría CICO lleva a hablar de energía, pero ¿por qué creemos que acumular grasa corporal es un problema energético? Cuando un tumor crece, en él se acumula energía, pero a nadie en su sano juicio se le ocurre plantear que el crecimiento de un tumor es un problema energético. Y no es porque la Teoría CICO sea incompleta: no hay forma humana de arreglar o completar esa teoría para que sea útil al hablar del crecimiento/decrecimiento de un tumor.
«no dejamos de hablar de modos de utilización de la energía en el organismo»: el crecimiento del tejido adiposo NO es un problema energético: es un proceso fisiológico. Sólo estamos hablando de energía porque fraudulentamente se nos ha hecho creer que así lo impone una ley de la física.
¿Cómo se construye el fraude? Eso es lo que explico en los dos artículos de los que estamos hablando.
«Puede que sea cierto que la teoría CICO se centra únicamente en cambios en el tejido adiposo cuando esto es quedarse en la superficie teniendo en cuenta la cantidad de datos a tener en cuenta, como la respuesta hormonal, la respuesta fisiológica del organismo a las distintas situaciones que podemos someter, etc…»
Lo que estoy diciendo con eso es que no se están considerando los cambios en la energía acumulada en el tejido muscular, o como glucógeno, o en cualquier otro tejido, o en un tumor. Si se hace la misma trampa que la teoría CICO hace con el tejido adiposo, estaríamos diciendo que la causa obvia de que un tumor crezca es que consumimos energía por encima de nuestras necesidades energéticas. Es una estupidez, ¿verdad? Luego sabemos que hay trampas en ese planteamiento. ¿Cuáles? Las mismas que la Teoría CICO usa para decirnos por qué engordamos o qué hacer para adelgazar. Las mismas. Sin trampas, no hay Teoría CICO.
Inisisto: no es que falten factores por tener en cuenta. No es una cuestión de que la teoría sea más o menos compleja: es que pretender que la única energía que puede variar es la almacenada en el tejido adiposo es una premisa injustificada. No se hace con ningún otro tejido, ¿por qué? Porque no se puede hacer. Con el ejemplo del tumor lo entendemos todos.
«al final implica una utilización de la energía que implica una serie de reacciones que dan lugar o no a un aumento de peso»
Tenemos un problema de «indefinición». No se está discutiendo el concepto de energía, ni el cumplimiento de la Primera Ley de la Termodinámica (se cumple, que quede claro). Negar la validez de la Teoría CICO es negar las formulaciones que nos dicen por qué engordamos o qué hacer para adelgazar, y que nos presentan esas formulaciones como si derivasen de una ley inviolable de la física.
Supongo que ves el problema: el cuerpo usa energía y nadie está discutiendo eso. Tu defensa de la validez de la Teoría CICO es la defensa de una falsa formulación de esa Teoría. Con seguridad no lo haces con maldad, pero si no definimos con rigor qué dice esa teoría, se cae en estas situaciones. Te remito a una entrada del blog en la que hablé de este problema de indefinición, porque ya me ha pasado antes con otras personas: se recurre a definiciones falsas para defender esa teoría.
Fíjate que si la Teoría CICO simplemente dijese «el cuerpo usa energía y esa energía se reparte entre las distintas necesidades del mismo, se almacena o se disipa como calor», de ahí no se puede deducir que comiendo menos y haciendo más ejercicio tengamos que perder peso o que la causa de engordar sea consumir más calorías de las que se gastan. La definición que tú estás manejando no es la definición fraudulenta que yo critico.
«me comentas que en el aspecto práctico los experimento científicos observan un aumento de peso a largo plazo con una pérdida los primeros meses, me enlazas a otro artículo de tu blog en el que comentas varios estudios que observan esto; no he leído cada uno de los estudios pero confío en tu criterio»
Ninguna necesidad tengo de decir otra cosa que lo que veo: no hay ningún experimento científico con dieta hipocalórica en el que se haya logrado perder una cantidad importante de peso (e.g. 25 kg) y mantener lo perdido a largo plazo (4-5 años). Si existiera ese experimento, tengo el convencimiento de que lo habría visto.
«el aumento de peso manteniendo dicho déficit acepta todo aquello que tu defiendes, aunque la primera parte defiende la teoría CICO.»
No estoy del todo en desacuerdo. Es posible que a corto plazo el comportamiento del tejido adiposo sea tal cual lo supone (injustificadamente) la Teoría CICO, o sea pasivo, sin regulación hormonal/fisiológica. A corto plazo «comer menos» hace perder peso a casi todo el mundo. No obstante hay gente que ni siquiera llega a perder 4 kg en algunos experimentos.
El problema viene a largo plazo, es decir, a partir del cuarto-sexto mes. Ahí tenemos ya la paralización de la pérdida de peso y comienza la recuperación. Hay varias posibles explicaciones para ese problema:
— El cliente come más de lo que debería
— El metabolismo se ha ralentizado
— El tejido adiposo busca almacenar grasa corporal
Y aquí tenemos el drama: si creemos en la Teoría CICO, la única opción que se nos ocurre es alterar la ingesta energética, a la baja para seguir manteniendo el déficit calórico o temporalmente al alza, como proponen algunas personas para recuperar ese metabolismo que se ha hundido.
Pero en ese caso estamos inmersos en una visión unidimensional en la que sólo se habla de energía. ¿Por qué lo único que se está contemplando es subir o bajar las calorías? ¿Por qué lo único que se estudia es por qué se ralentiza el metabolismo? O, en otras palabras, ¿por qué para conseguir reducir el tamaño de un tejido se estudia todo MENOS LA FISIOLOGÍA DE ESE TEJIDO? Insisto: la Teoría CICO no deja hablar de la regulación fisiológica del tejido adiposo. ¿Por qué no? Nadie da respuesta a eso.
Y lo que estoy diciendo puede ser para bien (quizá una dieta que induzca los cambios hormonales adecuados consiga reducir el tamaño del tejido adiposo) y para mal (cuando hablemos de la fisiología del tejido adiposo vamos a tener que hablar de su hiperplasia, un proceso a priori irreversible y que puede lastrar cualquier intento de mantener un cuerpo delgado a largo plazo).
«Exactamente existe una pérdida de peso por ese déficit energético es decir, la teoría CICO en ese sentido tiene razón»
¿Por ese déficit energético? ¿Por qué atribuyes el efecto a las calorías?
Tú interpretas que a corto plazo la dieta hipocalórica hace efecto porque tiene pocas calorías (y deduces que eso confirma que la teoría CICO es «correcta a corto plazo»). ¿Por qué atribuyes el efecto a las calorías? También se han reducido los gramos, los litros, el efecto hormonal, la cantidad de carbohidratos, la cantidad de grasa, la respuesta insulínica postprandial, etc. No hay ninguna razón para atribuir el efecto de una dieta con pocas calorías a sus pocas calorías, especialmente teniendo en cuenta que no hay ningún receptor en nuestro cuerpo que responda a las calorías ingeridas. No lo digo por ti, pero esta falta de rigor sería imposible en una disciplina realmente científica. La nutrición no lo es. No es un ataque a ti. Ojalá esto no pasara en las publicaciones científicas.
Cuidado por otro lado con el uso de «déficit energético». Esa expresión siempre está injustificada, pues equivale a dar por buena la Teoría CICO, y además en ella usa la falacia de ambigüedad. (ver,ver). Cualquier referencia a términos que hablan de energía en relación con la obesidad ya es una «falacia existencial»: que el término exista no significa que su uso sea aceptable. O sea que si quieres usar «déficit energético» en un argumento, primero habría que justificar el uso de ese término.
«¿Pero qué ocurre? que claramente cuando esto pasa el cuerpo responde, no puedes mantener una “hambruna” prolongada, ya que el cuerpo decide utilizar la energía de otra manera, y quizás (pura suposición basada en mis conocimientos que por supuesto puede ser errónea) prioriza la acumulación de “grasa” debido a que considera que puede ser necesaria en algún momento, »
Totalmente de acuerdo, pero resalto el matiz de que es posible que sea porque el tejido adiposo lo busca, no porque se haya ralentizado el metabolismo. Por si no lo has visto, hay un artículo del blog (6 partes) en el que recojo información sobre esos cambios fisiológicos que podrían explicar la recuperación de la grasa perdida:
En respuesta a la restricción calórica nuestro cuerpo prioriza almacenar grasa en el tejido adiposo
Y en ese artículo no insisto demasiado en la que podría ser la principal causa: en presencia de hiperplasia del tejido adiposo, mantener un cuerpo delgado podría suponer tener permanentemente los adipocitos más vacíos de lo que ellos quieren estar (ver). Como te decía, puede que no nos gusten las consecuencias que se derivan de eso, pero que no nos gusten las consecuencias no quiere decir que ese problema no pueda ser real, lamentablemente.
«Pero aquí sigo considerando que estaríamos en esa escala de grises, la teoría CICO falla a largo plazo por una utilización distinta de la energía que esta defiende, pero no quiere decir que esté mal a mi parecer, sino que le faltan puntos a tener en cuenta que probablemente no son salvables realizando una visión sesgada de come menos y haz más ejercicio.»
Supongo que podemos llegar a un acuerdo en lo siguiente. Si, como puedo demostrar, los defensores de la Teoría CICO lo que dicen es que cuando la dieta fracasa, la causa no es la «tumba metabólica» que ellos llaman, sino que la gente come más de lo que dice, porque ese efecto es pequeño y se compensaría simplemente comiendo un poco menos, lo que se hace evidente es que:
Esas conclusiones carecen de fundamento, pues la causa podría estar en cambios fisiológicos en el propio tejido adiposo.
La Teoría CICO está siendo usada para culpabilizar al cliente de un fracaso que posiblemente es exclusivamente del método.
La Teoría CICO es errónea y tiene bloqueada la búsqueda de soluciones para la obesidad: seguimos insistiendo en probar lo mismo una y otra vez y culpar al cliente de que no funcione.
Y la cuestión es que no se puede corregir la Teoría CICO para evitar los problemas que está creando: desde el momento en que se hable de la regulación hormonal/fisiológica del tercer término de la ecuación («cambios en la energía total acumulada en el cuerpo, en cualquier formato») la Teoría CICO está muerta: la Teoría CICO sólo parece útil porque simplifica el problema real ninguneando de forma injstificada la fisiología del cuerpo. Arreglar la Teoría CICO no es buscar más complejidad en los únicos dos términos de la ecuación que la Teoría CICO ya considera, sino tener en cuenta la regulación hormonal del tercer término. Pero si consideras la fisiología, desaparece cualquier razón que podamos pensar para hablar de calorías, al menos en el plano teórico. La Teoría CICO es una trampa, un engaño: no se puede arreglar sin hacer desaparecer esa teoría.
¿Cómo logras hacer relevante la ingesta calórica para hablar de la acumulación de triglicéridos en el tejido adiposo? Es imposible si tienes en cuenta la fisiología del cuerpo, porque, a priori, no tienen nada que ver el uno con el otro.
En el esquema anterior, ¿cómo llegamos a pensar que hablar de la regulación de la ingesta energética, pero no de la regulación del tejido adiposo, es la clave para entender cómo funciona el tejido adiposo? Sólo con trampas. Y eso es lo que hace la Teoría CICO: trampas.
«creo que las calorías son un aspecto a tener en cuenta también dentro de un todo»
Veo ese pensamiento como un remanente de un paradigma que tenemos que abolir. Hay poblaciones del mundo que se mantienen delgadas sin prestar atención a las calorías, simplemente porque consumen productos frescos, los que encuentran en la naturaleza (ver). Estamos pensando que los problemas de nuestra actual forma de comer están en nosotros, pero yo creo que están en lo que comemos. Comer «de más» es un concepto que nos hemos inventado para explicar lo que está sucediendo con la dieta occidental, pero que no existe cuando la gente sigue su dieta tradicional. Y en cuanto a pérdida de peso, pensar que hace falta hablar de calorías es seguir adorando al becerro de oro: no se pierde peso por comer menos de lo que se gasta, se pierde porque conseguimos sacar triglicéridos del tejido adiposo. El balance energético en el cuerpo no es el balance energético en el tejido adiposo. La tramposa Teoría CICO nos hace creer que sí, pero no lo es.
En cualquier caso: lo que no se puede hacer es justificar hablar de calorías con el argumento de que viene de una ley de la física. No es verdad. Y si no viniéramos de donde venimos, que es de 80 años de dictadura de la pseudociencia del balance energético, posiblemente ni se te pasaría por la cabeza hablar de cantidad de calorías para tratar a una persona con exceso de peso: pensarías en su medio hormonal, como se hace con cualquier otro crecimiento anormal de un tejido… Pero con la obesidad nos hemos vuelto listos y hemos aprendido termodinámica. Ja.
«yo con mis pacientes que buscan un objetivo estético no les engaño y se lo dejo claro, les digo podemos intentar conseguir ese objetivo X en el tiempo X que pretendes, pero no te puedo prometer desde un principio que vayamos a conseguirlo hasta ver la evolución y ver como reacciona tu cuerpo y por supuesto lo más probable es que esa condición no seas capaz de mantenerla en un periodo de tiempo largo.»
Perfect. Pero como soy gato escaldado, cuando se dice «esa condición no seas capaz de mantenerla» hay que dejar bien claro que la causa no necesariamente es que se abandonan los hábitos. Puede fallar la dieta, porque no es más que una dieta de origen pseudocientífico de la que lo más generoso que se puede decir es que no funciona.
«La parte en la que estoy de acuerdo es cuidar la calidad de lo que se come, de hecho si ves parte de lo que yo intento promulgar es el cambio de hábitos como método para conseguir salud y bajar peso; »
¿Junto con los «equivocados» mensajes de qué hacer para comer menos? 🙂 El vídeo.
¿Crees que tratar de engañar al hambre conduce a algo? ¿Idea basada en qué?
Tal y como yo lo veo, si hay un cambio a una dieta basada en comida de humanos (sin azúcar, sin harinas, sin productos procesados) no hay que luchar con el hambre. Pensar que hay que luchar con el hambre es sinónimo de que seguimos comiendo igual y pensando igual. Ambas cosas mal.
Luego me comentas acerca de los problemas de salud mental que puede derivar de culparles de ello, y de verdad yo nunca culparía a la persona de no seguir mis consejos, de hecho aunque en algunos casos me han dicho no seguirlos no les he culpado de ello, sino que intento apoyar e intento ser sincero, y esto me ha costado pacientes en ocasiones ya que otra persona por otro lado prometía el oro y el moro siguiendo su método.
No me refiero a culparles por no seguir el método cuando sabes que no lo siguen. Me refiero a permitir que el cliente se sienta culpable de que el método no haya funcionado. Es diferente: no hace falta que le acuses de nada: basta con que dejes que siga creyendo lo que ya cree, que es que el método le tiene que funcionar. Porque eso es lo que ya «sabe» cuando llega a tu consulta.
«jamás le culparía ya que se realicen o no los supuestos pasos indicados no es culpa nunca del paciente.»
Ummmm. Discrepo 🙂 Si al cliente se le dan unas pautas y no las sigue, es su culpa, obviamente. Al menos a corto plazo: si lleva meses con una dieta y el peso no responde… pues es normal dejar de hacer lo que no funciona. Pero a corto plazo, claro que es culpa del cliente si no hace lo que se le pide que haga.
Seguimos con la última ronda de preguntas:
No me dices los errores que cometo cuando explico por qué la Teoría CICO es un fraude. Pero, como dices, es posible que lo hagas más adelante cuando leas con más calma algunos de mis artículos. Dejamos esto en standby en tal caso.
No expresas lo que dice la Teoría CICO con rigor y sin falacias, con el argumento de que no eres un defensor de esa teoría.
En cuanto explicar cuál es la base real de la creencia de la dieta hipocalórica tiene que funcionar, dices que ya lo has explicado anteriormente. Yo lo resumiría, en tal caso, como que no crees que haya razones para pensar que le tiene que funcionar a todo el mundo, y que incluso has tenido clientes con los que no ha habido manera de ayudarles a bajar de peso.
En cuanto a la evidencia de que la dieta hipocalórica funciona a largo plazo dices «dudo mucho que pueda mostrar evidencia científica de mantenimiento de peso a largo plazo con la teoría CICO porque como te he dicho creo que es real pero que otros factores impiden que podamos centrarnos en ello a largo plazo«. No me das evidencia científica, pero tampoco entiendo lo que quieres decir en la parte en negrita.
En cuanto a mi pregunta de por qué a la población se le hace creer que la dieta hipocalórica tiene que funcionar para adelgazar, dices «no creo que sea bueno para la población hacerle creer que comer menos y moverse más sea una buena forma de adelgazar, ya que me parece simple y absurdo.» El problema que veo con esa afirmación es que hay gente que cree que «come menos y muévete más», si se hiciera, funcionaría (nuevamente, porque fraudulentamente se nos ha hecho creer que esa idea viene avalada por las leyes de la física). En ese sentido tu frase es confusa, porque no queda claro si eres de esas personas que creen que funcionaría (a largo plazo, obviamente), o si estás diciendo que esto no va de energía, y que no te cuadra porque crees que hay que tener en cuenta la composición de la dieta, no sólo las calorías que tiene (como a todos los efectos hace el enfoque CICO, que recordemos que, aunque tiene en cuenta las hormonas, sólo lo hace para 2 de los 3 términos de la ecuación, nunca para el tejido implicado).
«que sirva como buen punto de entrada para una respuesta más concreta y más trabajada.
Vuelvo a agradecer que hayas aportado tu punto de vista, y siento si no te sientes suficientemente conforme con mi respuesta, pero es complicado en el tiempo que he dedicado ahora a responder a todos los artículos enlazados escritos durante un periodo de tiempo mucho más largo y con mucha mayor dedicación de tiempo; Cuando haya acabado de realizar una exposición mucho más argumentada por supuesto si te interesa te la haré llegar y si crees que hay detalles que debería tener en cuenta respecto a esta respuesta también estaré encantado de añadirlos o de volver a responder.»
Agradezco tu interés por leer las cosas que he escrito. Por supuesto que me interesará leer lo que tengas que decir cuando hayas tenido más tiempo para leer y para formular argumentos.
Un cordial saludo