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El triptófano es un aminoácido que se relaciona con el estado de ánimo, esta es la razón por la que se venden sus grandes beneficios para encontrarse mejor ¿Pero es realista este pensamiento?
El triptófano es un aminoácido, recordemos que un aminoácido es uno de los pequeños elementos que unidos pueden formar una proteína completa, pero en ocasiones algunos de ellos por separado también pueden realizar algunas funciones.
Sabemos que las carnes, lácteos, frutas y semillas tienen contenidos interesantes de triptófano (¿Añadir tabla?)
El triptófano además de ayudar a la formación de esas proteínas también es fundamental para la formación de serotonina, si no os suena la serotonina es un neurotransmisor que se relaciona con el control de las emociones y el estado de ánimo.
Aún así una de las vías mayoritarias en las que actúa el triptófano (90%) es en la formación de quinurenina…
—Vale Miguel, ya estás inventándote nombres—
Para que os hagáis una idea nuestra amiga quinu está muy relacionada con los síntomas conductuales y cognitivos, y aunque a día de hoy el conocimiento sobre ella es muy bajo quizás pueda ser interesante en un futuro para el uso de triptófano como precursor. Para los más avezados oyentes os dejo por aquí un artículo que os habla de este compuesto «La vía de la quinurenina como diana terapéutica en trastornos cognitivos y neurodegenerativos«
Triptófano y serotonina
Vámonos ahora a ese 3% en el que actúa el triptófano, para que os hagáis una idea no solamente tenemos que competir contra el resto de usos que tiene el triptófano sino también por el transporte de otros aminoácidos.
El triptófano para actuar sobre la serotonina tiene que atravesar la barrera hematoencefálica y para eso compite con otros aminoácidos que también deben hacerlo. Imaginad que estáis en la puerta de una gran fábrica y todos los trabajadores deben esperar a que una única persona en moto les recoja, pues entre esos trabajadores está el triptófano.
¿Por qué la serotonina se considera importante para el estado de ánimo?
Los tratamientos farmacológicos que facilitan el aumento de los niveles de serotonina y noradrenalina son tratamientos de elección para los síntomas depresivos.
Pero de todas formas tenemos que entender que incluso la efectividad de estos Fármacos en casos graves no es muy alta en comparación con el placebo, ayudan pero no son determinantes.
¿Por qué está Fármacos en negrita? Porque estamos hablando de algo mucho más potente que cualquier alimento, y que aún así no tiene unos beneficios muy claros en casos moderados y graves. Algo a tener en cuenta…
Demos un paso más, agotemos el triptófano en la dieta
La forma más segura para determinar el efecto del agotamiento de serotonina es a través de la eliminación del triptófano en la dieta. Lo bueno que realizar esto nos permite ver los efectos que tiene una disminución del triptófano y con ello de la serotonina.
¿Qué se ha visto al realizar este proceso?
- En individuos que nunca han estado deprimidos los resultados son variables con poco o ningún efecto sobre el estado de ánimo.
- Los informes de disminución del estado de ánimo se observan con más frecuencia en mujeres que en hombres.
- En voluntarios sanos nunca deprimidos pero con alto riesgo de depresión produce anomalías en el estado de ánimo.
- Y en pacientes con depresión remitida puede provocar una recaída aguda.
Esto nos hace pensar que existe un sistema desconocido por el que a unas personas con mayor riesgo puede afectarles mientras que a aquellas personas con bajo riesgo la afección es mínima o inexistente.
¿Funciona o no aumentar el contenido en triptófano de la alimentación?
Vale, nos queda claro, sabemos cómo funciona, sabemos que hay muchos más aspectos en juego que únicamente el triptófano y la serotonina pero… ¿Podríamos aquellas personas con tendencias depresivas beneficiarnos de su consumo?
En el podcast 365. Garbanzos y triptófano leímos un artículo de Beatriz Robles que nos hablaba específicamente de este tema, y dijimos que íbamos a intentar tratarlo un día. Pues vamos a comprobar.
Empecemos por la revisión Cochrane sobre el tema. Es cierto que habla de poca calidad de los estudios, pruebas poco fiables y que se requieren estudios adicionales pero no es lo único que nos comentan.
Parece ser, según los autores, que en contextos donde la depresión es leve y el uso de antidepresivos es inadmisible entonces el triptófano y el 5-HTP pueden considerarse tratamientos alternativos. De hecho dicen que la efectividad es similar a los antidepresivos aunque por supuesto la potencia es mucho menor.
¿Mortalidad por triptófano?
Pero de repente una frase en las conclusiones de los autores nos llama la atención e incluso asusta «Debido a la posible conexión entre el triptófano y el 5‐HTP y un efecto secundario potencialmente mortal, su uso clínico resulta menos atractivo hasta que este tema se resuelva, particularmente debido a la disponibilidad de otros antidepresivos de eficacia y seguridad comprobadas.»
Esto nos lo dicen porque en una serie de informe de casos de 1991 se asoció con la aparición de un síndrome mortal en algunos casos denominado eosinofilia-mialgia. Sinceramente yo soy el primero que habla siempre del principio de precaución, pero algo que ha ocurrido una única vez en la literatura, de 1991, y que no se ha repetido en estudios posteriores en los cuales los efectos adversos han sido dolores estomacales o mareos como máximo no me preocuparía lo más mínimo.
¿Y la dosis? ¿Tendría que ser suplementada?
Otro de los grandes problemas es la heterogeneidad (gran diferencia) entre estudios, no se sabe que dosis ni que tipo es el más adecuado para poder realizar una prescripción de triptófano como posible tratamiento en síntomas depresivos leves o estado de ánimo alterado.
Tenemos una lectura muy interesante sobre el tema Triptófano y depresión ¿Puede ser la dieta la respuesta?
Ya comienza diciéndonos que no hay nada claro:
- No hay estudios que muestren el efecto del triptófano consumido a través de la dieta y el estado de ánimo, todo se basa en suplementación.
- No está claro el uso del triptófano dietético por parte del organismo pudiendo tener muchas diferencias individuales.
- En dietas de pérdida de peso se disminuye y mucho los niveles de triptófano, e incluso una suplementación de triptófano no consigue aumentar estos niveles.
- Posible protección de ciertos grupos poblacionales
- No está claro si la medición plasmática de triptófano es suficiente para determinar cambios en las concentraciones de serotonina y el uso del cerebro.
Fuentes dietéticas de triptófano y problemática añadida
El triptófano es cierto que podemos encontrarlo en distintas fuentes alimenticias, lácteos, nueces, carnes, legumbres, huevos…
El problema es que el triptófano es el aminoácido limitante habitualmente, es decir, que existe en menor cantidad que otros aminoácidos. Y por ahora y con la información que tenemos actualmente y recordando la anécdota del taxi para conseguir que ese triptófano haga la función que buscamos deberíamos estar en unos ratios muy incrementados con respecto al resto de aminoácidos.
Por lo que si aumentamos el contenido de triptófano en la alimentación pero al mismo tiempo se está aumentando el resto de aminoácidos en igual o mayor proporción muy probablemente no encontremos los mismos beneficios.
Por esa razón se habla en ocasiones de incrementar la absorción del triptófano con una comida muy rica en hidratos de carbono con índices glucémicos altos y estando en ayunas al mismo tiempo que se consume gran cantidad de triptófano, el problema que a nivel alimentación sería inviable realizarlo de esa manera.
Conclusiones de un loco
Y ahora van mis conclusiones con respecto a todo lo que hemos hablado, voy a intentar sintetizarlas:
- En primer lugar existe una relación que aún no conocemos por la que ciertas personas se verían beneficiadas de ese aumento de triptófano mientras que otras llegan a tener incluso un factor protector.
- Si nos centramos únicamente en personas en riesgo y que puedan ser beneficiadas por ese consumo de triptófano es inviable realizarlo a través únicamente de la alimentación, de hecho muy probablemente gran parte de los estudios al no tener en cuenta la alimentación cuando se realizaba esa suplementación modifica sus resultados.
- Quizás, y solo quizás, en aquellas personas susceptibles de usar el triptófano cómo efecto favorecedor deberían tomarlo a través de soluciones altas en triptófano, en ayunas y con alimentos con índices glucémicos elevados para favorecer su uso por parte del cerebro.
- Realizar esto a largo plazo no parece fácil ni adherente.
Así que nada más, hasta aquí el podcast de hoy, y por supuesto muchísimas gracias por estar un día más al otro lado y nos escuchamos mañana con más y con mejor, ¡Hasta luego!
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