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Hace tiempo ya que grabé un vídeo en el que explicaba qué se puede hacer si no te gusta la verdura, cómo buscar esos alimentos que más te pudiesen gustar, hoy vamos a hablar de ello pero sobre todo poner ejemplo prácticos.
Os dejo con la escaleta del podcast:
- Cuando hablamos de tomar verdura no hablamos de comer lechuga o brócoli cocido.
- Podemos jugar con muchos factores:
- Texturas, sabores, cortes
- Primer plato
- No es necesario que siempre sea una ensalada con lechuga, si te gusta adelante pero no es necesario, hay preparaciones como la sopa de miso, una caponata de berenjenas, unas zanahorias con bechamel, crudites con olivada…
- También os podéis ir a lo sencillo, pero hay muchísimas opciones
- Acompañante
- Siempre que se usan las verduras como acompañante y no han aparecido como primer plato hay que asegurarse que tomemos en cantidad.
- Mínimo 150g
- Plato único
- Hay platos que podrían asustarnos por su posible densidad energética mayor, pero si aparecen las verduras en una ración completa y tiene su contenido proteico no hay ningún problema.
- Posibles recetas interesantes:
- Sopa de miso: súper sencillo y con muchísimo sabor, nos puede servir para llenarnos más al mezclar la verdura en una sopa que ya hace que nos llenemos, solamente es rehogar, cocer, disolver el miso en un bol aparte, mezclamos con la olla y podemos decidir si echar o no fideos.
- Caponata de berenjenas: En vez de la típica ensalada con lechuga, podemos utilizar berenjenas, pimientos, cebolla, tomate alcaparras, aceitunas. Calentamos un poco las verduras pero que queden al dente y podemos tener una ensalada distinta y rica.
- Chips de vegetales caseros: Podéis buscar distintas recetas para hacer y además dar sabores muy diversos.
- Zanahorias con bechamel: ¡CUIDADO BECHAMEL! Es broma, sobre todo hay que tener en cuenta las cantidades, si realmente por echar una pequeña cantidad de bechamel te lo vas a tomar ¿Realmente hay algún problema?
- Crudites con olivada: Os recomiendo que busquéis si no conocéis esta receta, pero básicamente consiste en triturar aceitunas negras con alcaparras, aceite, ajo, pimiento y zumo de medio limón.
- Salteado de brócoli y champiñones: No tiene complicación ninguna y ya tendríamos un primer plato.
- Minipizzas de calabacín o berenjena, o sino una pizza con base de coliflor: De esta manera también podemos darnos un pequeño capricho como plato único y aún así podemos meter una muy buena cantidad de verdura.
- Calabacetis con carne picada: Sencillo y podemos meter una gran cantidad de verdura.
- Mousakka de berenjena: Es cierto es algo denso energéticamente al ser una especie de lasaña pero al tener la base de berenjena os aseguro que como plato único puede ser una comida perfectamente aceptable.
- Pastel de atún y verduras: Lavamos el calabacín, lo secamos y cortamos en rodajas, los tomates los pelamos o le dejamos la piel al gusto y lo cortamos en dados, ponemos una capa de rodajas de calabacín, cubrimos con tomate troceado y salamos, ponemos atún y huevo batido hacemos otra capa y luego ponemos queso rallado por encima metemos 30-35 minutos al horno a 200ºC y podemos tomarlo frío o caliente.
- Al final la idea es que podemos utilizar las verduras para hacer multitud de preparaciones, las hay más fáciles y más difíciles, algunas que os gustarán más y otras menos. Lo ideal es entender cuando usarlas, por qué, cuál es tu objetivo pero a fin de cuentas que termines comiendo verdura en tu día a día.