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¿Que es eso del mindfulness? ¿Realmente es una estrategia útil para perder peso? ¿Dice la ciencia algo al respecto o es pseudociencia de la mala? Respondamos a estas preguntas hoy.
La primera vez que escuché hablar del mindfulness pensé:
- Ya están vendiendo otra cosa homeopática…
Aunque es cierto que cada vez empecé a escucharlo más y de personas en las cuáles confío sobre sus conocimientos por lo que me interesé un poco sobre lo que era y su funcionamiento real.
¿Qué es el mindfulness?
Se suele considerar como una especie de meditación pero yo lo veo como algo más. Es una forma de ser conscientes de lo que hacemos en cada momento y que esto nos pueda intentar ayudar a tomar ciertas decisiones.
Si lo dijésemos sin tanta parafernalia y cosa bonita encima simplemente es pararse a pensar. Lo sé lo he simplificado mucho pero más o menos es eso.
Realmente una intervención basada en Mindfulness tiene como objetivo entrenar varias habilidades:
- Conciencia: Notar estímulos internos y externos
- Desidentificación: Etiquetar los pensamientos como si sólo fuesen eso pensamientos y mantener una distancia sobre ellos.
- Aceptación: Aceptar sin juzgar lo que ocurre sea bueno o malo. Ojo esto no quiere decir resignarse, simplemente es elegir nuestra reacción.
Estoy probando en vez de escribir todo lo que digo en el podcast hacer un breve resumen, si os gusta más de esta manera me lo decís, si os gusta la anterior vuelvo a escribirlo todo.
Al final esto nos ayuda a desautomatizar esas decisiones que tomamos, que en materia de alimentación puede decir dejar de comer emocionalmente, con lo cual es uno de los objetivos del mindful-eating.
Además se cree que puede haber grandes resultados en el aspecto del aumento de la actividad física gracias a esto.
¿Qué dice la ciencia?
Pues hay algunas revisiones acerca del tema pero os traigo una que me ha parecido más interesante, actual y que además a través de ella podéis llegar a las demás así que perfecto un todo en uno. Aquí tenéis el enlace
Ahora veamos los resultados de este metaanálisis en relación a lo que nos interesa…
¿Sirve para perder peso?
La verdad es que han intentado comprobar si realmente existía una diferencia significativa a la hora de perder peso. Y la verdad es que no han encontrado nada, por lo que en principio con la información actual no parece que tenga ese efecto. Aún así hay algo interesante en esto…
Resulta que no han visto que se pierda peso pero si que hay mejorías en otros aspectos que deberían dar como resultado una pérdida de peso.
¿Ayuda a controlar el comer emocional, atracones…?
Pues si que ayuda en este aspecto, al menos la información actual que tenemos así nos lo muestra. Llegando a bajar episodios de atracones de 18 a únicamente 5 tras las intervenciones.
En este sentido parece que es interesante, porque realmente podemos pensar que para ciertas personas en ciertas situaciones podría ser útil para facilitar su proceso de pérdida de peso.
¿Aumenta la actividad física?
También se ha visto que aumenta la actividad física de aquellas personas sometidas a un proceso de mindfulness. Muy interesante de ser esto cierto porque entonces tenemos dos puntos muy interesantes que muchas veces deben trabajarse.
No tiene sentido, cómo ayuda a esos dos puntos sin hacer perder peso
Aquí coincido 100% con la idea que tienen los autores del metaanálisis de las posibles razones para que se de esta situación.
- Falta de seguimiento a largo plazo: Realmente el incremento en el gasto y la disminución en la ingesta por comer emocionalmente no es lo suficientemente alta como para ver un resultado a corto plazo.
Esto le veo sentido debido a que muchas veces hemos ido aumentando peso poco a poco tras entrar en ese ciclo de atracón y baja actividad física. Tiene sentido perderlo lentamente quitando eso. - Los participantes subestimaron su actividad: Puede que los participantes de los estudios subestimasen la cantidad de actividad que hacían antes de comenzar. Y luego tras los ejercicios de consciencia y de saber qué hacen se hayan dado cuenta de la que hacen realmente.
- La mayor parte de estudios no se centraban en el IMC: Se centraban sobre todo en el cambio del comportamiento alimentario, algo lógico ya que era lo más importante.
¿Podemos sacar conclusiones de esto?
Es interesante la información que tenemos, y parece ser que puede ayudar a mejorar ese comer emocional e incrementar la actividad física, por lo que yo tendría en cuenta dos aspectos.
No existe una evidencia fuerte
No tenemos suficiente información para aplicar una evidencia fuerte acerca del funcionamiento del mindfulness a la hora de perder peso y cambiar las conductas alimentarias.
Los estudios actuales son muy distintos entre sí, utilizan distintos protocolos, en distintos grupos de población. Todo esto hace que no podamos sacar conclusiones precipitadas y decir que esto funciona.
No hace falta aplicar principio de precaución
Muy importante que la información indica en una dirección correcta, parece que si de verdad funciona puede ser muy interesante tenerlo en cuenta. Y precisamente por esa razón y por el hecho de que no hay ningún posible efecto secundario que se vea a utilizar este tipo de metodología puede ser interesante comenzar a aplicarla.
No estamos hablando de un tipo de metodología que evite la utilización de lo que ya sabemos que funciona, no genera daño de ningún tipo, en definitiva creo que es interesante utilizarlo en ciertas personas y poder poco a poco sacar datos más concluyentes.
En resumen
Pese a que no haya información suficiente va por buen camino, y como es un tipo de intervención que no genera daño y no evita las demás simplemente es complementaria creo que es interesante que los nutricionistas en colaboración con los psicólogos tengamos en cuenta la importancia y posibles usos de ella.
Así que no la tachemos de pseudociencia y simplemente pensemos que estamos en proceso de ver su posible utilidad, o al menos esa es mi opinión 😉
Hasta aquí el artículo de hoy y muchas gracias por haberme venido a visitar un día más, no os he traído nada para beber pero os deseo que tengáis un feliz día y mañana nos vemos con más y mejor. ¡Hasta luego!