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¿Realmente qué pasa si te saltas la dieta un día?¿Vas a tirar todo por la borda?¿Se puede comer mal? Voy a responderte a estas preguntas y muchas más.
Uno de los grandes temores de las dietas. Bueno de las dietas, del cambio de hábitos, de mejorar nuestra salud. Uno de esos aspectos que tanto debemos trabajar y que no tenemos muchas veces claro.
Hay un gran problema con el tema de saltarse la supuesta dieta, y aparte del hecho de que no deberíamos pensar en ello como si hiciésemos dieta no voy a volver a tocar el tema que me repito más que el ajo.
Realmente quiero que pensemos realmente los efectos positivos o negativos que pueda tener el saltarnos la dieta un día. Por supuesto teniendo en cuenta las distintas formas que nos han vendido para hacerlo.
COMIDA O DÍA TRAMPA
El día trampa, ese maravilloso día o esa maravillosa comida en la que podemos ponernos las botas, a la que se le atribuyen tantos supuestos beneficios psicológicos. Antes de que yo responda ¿Estáis a favor o en contra?
Yo estoy en contra de esto, pero con matices por supuesto. Una de las primeras cosas que tenemos que tener en cuenta es realmente que pasa con este día trampa y en base a qué lo hacemos.
Si tenemos un día trampa, un día de come lo que quieras no digo que no sea un alivio para una dieta estricta, porque lo es. Pero es verdad que entonces quiere decir que estamos haciendo una dieta que nos resulta tan agobiante que necesitamos trampear.
¿Eso es bueno? Porque si decimos siempre que consiste en cambiar hábitos entonces este día trampa no tiene mucho sentido.
Además veo otros problemas, el hecho de que sepas que X día vas a hacer un día trampa, ya vas predispuesta o predispuesto a ello. Ya sabes que este sábado te vas a poner las botas, estás fantaseando y salivando con esa pedazo de tarta, o esa pizza, o lo que sea que te gusta.
Tengas ganas o no llevas tanto tiempo esperando ese momento que vas a comer a morir, es así. Es que lo tienes planeado, sabes que te va a tocar. Y aquí veo el problema, no puedes tener un día planeado para ponerte las botas, y esto no quiere decir que un día no puedas comer esas cosas.
Puede ser que si yo no te digo que tienes un día trampa entonces ese día comieses normal, ni mejor ni peor, simplemente normal. Pero al saber que existe vas a comer mal y lo sabes, encima es como un premio, te estás premiando con ese tipo de comida.
Y ojo, yo cuando en algunas personas que considero necesario hacer un menú se lo preparo también pongo comidas LIBRES. Pongo LIBRES en mayúscula porque no es trampa, es simplemente un come sin pensar qué va a ser, quiero ver tus decisiones, quiero ver si están mejorando.
Y mucha gente ese día o esa comida no se pone las botas, comen normal pero sin preocuparse de ningún menú cerrado, simplemente en base a lo que estamos aprendiendo. Porque no, esos días libres no son días trampas de hacer lo que te dé la gana, son días de aplicar lo aprendido.
CELEBRACIONES
¿Pero resulta que no puedo comer nada ni siquiera en celebraciones?¿Tengo que tomarme en mi cumpleaños una tarta de frutas o superhealthy cuando a mi me gusta la de profiteroles o la de San Marcos?
Por supuesto que no hace falta que comas healthy en ciertas celebraciones, si quieres hacerlo adelante, si te gusta no vamos a impedir una buena decisión. Pero no pasa absolutamente nada porque llegue tu cumpleaños y después de comer te tomes un trozo de esa tarta.
Igual que no pasa nada que en nochebuena comas un poco más de la cuenta, ni que en las navidades caigan un par de polvorones. No pasa nada, pero eso sí, no quiere decir que haga falta ponerse hasta arriba.
Eso es un error que creo que es el que cometemos, cómo creemos que no podemos hacer ninguna de esas decisiones el día que podemos hacerlas morimos entre polvorones, y ese no es el camino.
Sinceramente imaginad que estamos trabajando juntos en tu alimentación, y me dices:
- Yo es que en nochebuena me como 10 polvorones de una vez…
Sinceramente si la única opción viable que encontramos es tomar un polvorón diario durante 10 días me parece mejor opción. ¿Puede engordar más? Pues seguramente ni más ni menos, quizás lo mismo.
Pero lo importante no es si me va a engordar más o menos, es mi relación con ese alimento. Y ponerme hasta arriba un día concreto no es la mejor opción por muchísimos factores psicológicos.
¿ENTONCES QUE HAGO?
Hay que buscar un equilibrio en varios aspectos.
El primero de esos aspectos en los que hay que buscar un equilibrio es en el hecho de no caer en las tentaciones pero no impedirte comer un alimento en un momento concreto.
No siempre es buena idea si te entran unas ansias terribles de comer de caer en el hecho de tomarte tres brownies de golpe, quizás en tu caso concreto ni siquiera uno. Pero esto no quiere decir que un día, que no sea un ansia terrible decidas comerlo.
Ese equilibrio no es fácil de conseguir, el hecho de permitirnos algunos caprichos pero sin caer en el ansia ni en sucumbir siempre que tengamos ganas. Sinceramente si yo cada vez que tengo ganas de algo sucumbiese pesaría bastante más de lo que peso actualmente.
Porque sí, tentaciones hay, y siempre va a haber, ese equilibrio entre lo que nos permitimos comer, la cantidad que nos permitimos comer y cuando es lo que hay que buscar.
El segundo de esos aspectos es el equilibrio entre esos alimentos mejores y esos alimentos peores. Si yo habitualmente como bien, si un gran porcentaje de mis comidas son la envidia de un nutricionista no pasa nada por darme un capricho de vez en cuando.
Incluso y puede que haya gente que no esté de acuerdo conmigo, si yo me alimento muy bien y meto relativamente frecuente algún capricho en unas cantidades moderadas o pequeñas no es una mala opción, de hecho me parece que está equilibrado.
El problema es cuando nuestra alimentación es muy mejorable, encima el fin de semana suelo ponerme las botas pero además de eso pienso que no pasa nada por tomarme esos 2 bombones diariamente después de comer, o esos chucheales de desayuno.
Las decisiones siempre tendremos que individualizarlas dependiendo el punto en el que estemos, las elecciones habituales que hagamos, y en definitiva de nuestro contexto.
PERO MUY IMPORTANTE NO CULPARSE
Y este punto lo considero de los más importantes, si un día sucumbes a esa tentación, si un día comes de más, si un día tu fuerza de voluntad flaquea, o si un día no tomas la mejor decisión no te culpes.
De esto también he hablado mucho, culparse no nos lleva a ningún sitio, simplemente sé consciente, entiende como llegaste a esa situación e intenta trabajar sobre ello. Pero no te culpes ni te fustigues porque nada bueno puede salir de ahí.
EN RESUMEN
No pasa nada por darnos caprichos, no pasa nada por comer mal un día, podemos perfectamente tener ciertos alimentos de consumo ocasional en nuestra alimentación… Pero ojo, la frecuencia, la cantidad y el porque va a depender de tu contexto y situación actual.
Y por supuesto tener un día concreto y programado no va a ser la mejor opción. Un día que nos permitimos hacer lo que nos dé la gana nos va a llevar a querer hacerlo aunque no tuviésemos ganas. Y al final a largo plazo no va a quitarnos esas ansias por comer mal,quizás todo lo contrario.
Si realmente crees que necesitas ayuda para entender tu contexto y para mejorar tu relación con la comida contáctame y trabajamos juntos en ello.
Y nada más, muchas gracias por estar un día más al otro lado y nos vemos mañana con más y mejor con ¡La ciencia de la semana! Gracias y ¡Hasta luego!