Suscríbete: Apple Podcasts | Google Podcasts | Spotify | RSS
¿Crees que comer fruta después de comer te hace engordar?¿Realmente esto es cierto? Quédate y déjame explicarte si debes o no preocuparte.
La verdad es que es bien conocido como uno de los grandes mitos acerca de la fruta. Una simple búsqueda por google te enseña como muchos profesionales de la nutrición hablan sobre este tema y lo tachan como mito.
Pero claro, me gusta ir un poco más allá, y por eso quería saber de dónde sale este mito, que supuestas razones existen para que haya surgido. Y ojo, no me ha sido fácil encontrar páginas que lo defendiesen y me diesen una idea de las posibles razones, sean o no ciertas.
Así que hoy lo que vamos a hacer es ver cada una de esas razones e intentar desmontarlas gracias a la ciencia. ¿Me acompañas?
La fruta fermenta en el estómago
Una de las supuestas razones que nos indica que comer fruta después de comer es malo es debido a la fermentación. Básicamente lo que dicen es que al ser lo último que comes va poco a poco fermentándose en el estómago lo que provoca que haga daño a tu salud.
También otra de las posibilidades es que ralentiza la digestión, y provoca esa misma fermentación al permanecer más tiempo. Vamos que unos dicen que es lo último que se come y lo último que se digiere y otros que ralentiza la digestión y entonces tarda más en digerirse.
A ver y en cierto modo tienen razón en que tarda más en digerirse la comida tras tomar fruta, puede tardar hasta 15 minutos más incluso. Pero el hecho de que tarde más en vaciarse el estómago no implica que esa fruta vaya a fermentar y sea peor para nosotros.
De hecho aunque dijésemos que esos 15 minutos pudiesen provocar la fermentación de la fruta en ningún caso querríamos decir que nos enfermase. El estómago está perfectamente preparado para evitar que esto ocurra.
Tened en cuenta que el contenido del estómago es tan ácido que es prácticamente imposible que puedan crecer esos microorganismos. Y que estamos hablando de 15 minutos no de 3 días.
Además el hecho de que se tarde más en digerir la comida no es malo, todo lo contrario puede ser incluso positivo. Eso implica que tardarás más tiempo en tener hambre, y muy probablemente que termines ingiriendo menos calorías al final del día.
Se reduce su valor nutritivo
Claro, este supuesto efecto ralentí que provoca la fermentación de la fruta por comer fruta después de comer implicaría una pérdida de nutrientes. Además de que absorberíamos menos cantidad, o eso es lo que nos dicen.
Aquí tenemos que tener en cuenta varias cosas, en primer lugar lo que hemos hablado de que sólo son 15 minutos. No va a fermentar y no va a perder nutrientes, nuestro aparato digestivo esta perfectamente preparado para ello.
Y en segundo lugar está el tema de que tenemos mucho miedo a no absorber todos los nutrientes que tomamos. Y tenemos que tener en cuenta que en muchas ocasiones parte de esos nutrientes que no absorbemos y del efecto que tienen frutas y vegetales en ese sentido es precisamente lo que hace que tengan efectos saludables en nuestro organismo.
No solamente es el hecho de que estén cargados de nutrientes positivos, sino que además ayudan a favorecer la alimentación de nuestra propia microbiota intestinal.
Pero incluso con todo esto el hecho de tomar fruta con otros alimentos sobre todo ricos en grasas favorece la absorción de muchas vitaminas.
Se neutralizan los ácidos estomacales
Bueno, bueno, bueno… Ya cuando leí esto me caí de espaldas ;P
Voy a tratar este tema a fondo cuando desmontemos la dieta disociada, pero hagamos un avance rápido.
Se supone según estas webs que el hecho de tomar un alimento como las frutas cargadas de hidratos de carbono provoca malas digestiones y mala absorción. ¿Y por qué?
Porque supuestamente se neutralizan los ácidos estomacales. Presuponen que los alimentos proteicos necesitan un pH ácido para digerirse, mientras que los hidratos de carbono un pH alcalino.
En ese momento creen que el estómago suelta los dos tipo de ácidos y se neutralizan el uno al otro. Pero no sé si se han parado a pensar que la mayor parte de alimentos que tomamos tienen tanto proteínas como hidratos de carbono como grasas.
Si esto fuese cierto prácticamente no podríamos digerir ningún alimento. Nos hubiésemos extinguido por estar mal hechos.
Y además el sistema digestivo no funciona así, de forma muy muy resumida sería lo siguiente:
- En la boca la Amilasa comienza a digerir los hidratos de carbono
- Llega al estómago donde el ácido clorhídrico inactiva la amilasa y comienza la digestión de las proteínas.
- Poco a poco se suelta parte del contenido del estómago en el intestino, como hay enzimas que ayudan a terminar esa digestión que no pueden actuar en un medio tan ácido entonces el bicarbonato se encarga de volver a alcalinizar ese bolo.
- Y actúan las amilasas, tripsinas y lipasas para absorber esos nutrientes.
En definitiva que comas lo que comas ese proceso es igual, y va a llegar a un medio ácido en el estómago y se va a neutralizar en el intestino.
Aumento del contenido calórico de esa comida
También se tiene el miedo a que tomar fruta después de comer pueda aumentar el contenido calórico de esa comida. Y por ahora es una de las razones más factibles, aunque también desmontable, que hemos visto.
Para hablar de esto tenemos que hablar de contexto, apetencia, costumbre, psicología… Vamos que podríamos tirarnos un rato largo, pero en definitiva que deberíamos tener en cuenta.
En muchas ocasiones hemos comido bien, ya estamos incluso llenos pero necesitamos tomar postre, ya sea por un tema de costumbres, psicológico o gastronómico. El caso que muchas veces necesitamos ese cambio de sabor, pasar del salado al dulce para dar por zanjada la comida.
Claro, si ya hemos comido suficiente y tomamos fruta estamos comiendo de más, y estamos comiendo sin hambre. Y esto es algo que no deberíamos hacer nunca, el hecho de comer sin hambre. En ese caso si que estamos añadiendo un contenido calórico que no era necesario.
Pero si lo que hacemos es dejarnos un pequeño hueco, comer un poco menos y zanjamos con la fruta no pasa nada, es una gran opción. ¿Por qué?
Porque aunque tu al principio hayas pensado que te quedabas con hambre van a ocurrir varias cosas:
- Al estar zanjando con algo dulce tu cerebro va a decir bueno se ha acabado la comida, ya está todo bien.
- Al enlentecerse ese vaciado gástrico vas a sentirte saciada o saciado durante más tiempo.
- Realmente aunque antes de la fruta estuvieses con hambre puede que la fruta fuese suficiente para llenar ese vacío.
Pero ojo, tampoco es necesario que tomemos esa fruta después de comer si no queremos, ni que nos obliguemos a hacerlo. Por eso digo que podríamos hablar un rato de este tema, porque el contexto influye y mucho a la hora de tomar esa decisión.
EN RESUMEN
No tiene sentido el tener miedo a tomar fruta después de comer, hemos visto que no va a fermentar, que no va a provocar ningún problema de salud y mucho menos nos va a engordar.
El hecho de tomar fruta o no después de comer va a depender de nuestro contexto, de nuestras costumbres y del hambre que tengamos. Por supuesto obligarse no es una buena opción pero tampoco lo es tener que esperar horas para tomarte esa fruta si te apetece.
Si necesitas un plan nutricional personalizado para aprender a comer mejor y evitar estos mitos contáctame y hablamos.
Ha sido un placer estar un día más con vosotros y con vosotras y mañana nos vemos con más y mejor.
Maria says
Buenas tardes,
Escuché el podcast entero.
No se puede concluir así como así que la fruta después de comer no fermenta. ¿Cuál es la base de esta afirmación? ¿Cuáles son sus fuentes?
Una persona con problemas digestivos, y somos muchos teniéndolos hoy en día debido a la alimentación moderna, trigo moderno y azúcar refinado por citar algunos causantes, tendrá dolencias que pueden llegar aser agudas si toma frutas después de comer.
Me parece increíble soltar afirmaciones tan graves.
Un saludo
mykdiet says
Buenas tardes María,
En primer lugar agradecer el comentario y opinión, al final debatir ciertas cuestiones es la base de lo que deberíamos hacer. Fomenta el espíritu crítico y el conocimiento por todas las partes.
Respecto a la base de esta afirmación la he defendido en base a fisiología básica la cual dada su facilidad para encontrar dicha información no se suele indicar fuente, cualquier libro de fisiología es fácilmente comprobable a este respecto.
Además he incluido tres referencias bibliográficas como enlace a lo largo del texto (los textos marcados de color azul) que me parecen interesantes a la hora de entender algunos de dichos conceptos.
¿Por qué no he traído estudios científicos que observen si realmente fermenta o no en el estómago?
Porque no he encontrado y probablemente no existen, esto ocurre por la misma razón por la que si buscásemos estudios que hayan estudiado una asociación entre llevar pajarita y estar obeso no lo encontraríamos.
Habitualmente en el mundo científico si no existe una razón fisiológica real, o una asociación claramente observable hay ciertas cosas que no se estudian, por eso he realizado una caricatura con lo de la pajarita.
Realmente el problema, y lo que probablemente utilizarían distintos profesionales de la salud para defender esta postura no sería cómo yo lo he hecho intentando dar una explicación plausible, sino que lo que te pedirían es que fueses tú si defiendes la postura contraria que dieses una explicación real y fisiológica acerca de ello.
Es decir, que si se da una afirmación tan grave cómo que algo que claramente ha demostrado sus beneficios en otros aspectos es perjudicial se deben dar datos y fuentes que demuestren esa afirmación. Si posees esos datos y esas fuentes que demuestren la grave afirmación de que la fruta puede dañar entonces podemos comenzar un debate muy interesante, pero probablemente no encuentres dichos datos ni fuentes. Y si lo haces y estuviese realmente demostrado no tengo ningún problema en cambiar mi parecer.
Por supuesto puede haber y hay personas con dolencias estomacales, y dichas dolencias dependiendo de la persona en cuestión pueden verse agravadas por distintas prácticas alimenticias. Y en muchísimas ocasiones creemos que es algo lo que nos hace daño y es otra cosa completamente distinta y no hemos hecho una asociación correcta.
Estas prácticas alimenticias a las que hago referencia son prácticas perfectamente normales en la mayor parte de las personas y que por desgracia para otras por supuesto puede empeorar su cuadro médico.
Pero como ya he dicho en otras ocasiones en los podcast el hecho de que haya un grupo de personas alérgicas al pescado o a las legumbres no quita la realidad de que consumir dichos grupos de alimentos puede ser y de hecho es positivo para los demás. En esta ocasión sería algo parecido, aunque pudiésemos decir que en un grupo reducido de personas con una dolencia concreta e inespecífica sea agravada por el consumo de fruta (que de hecho no sería porque fermente ni mucho menos) no implica que el mensaje de que la fruta no fermenta en el estómago sea incorrecta, ni convierte a la fruta en un enemigo a tener en cuenta.
Espero haber dejado clara mi postura, un saludo.